"De momento sólo hemos desvelado una parte del monumento, que parece tener forma ovalada, con un posible perímetro de 500 metros. Actualmente hemos localizado el rastro de un arco de 265 metros, unos doce fosos en total, y descubriremos el resto a lo largo de 2018", dice John Powell, de Wessex Archaeology, quien dirige los trabajos sobre el terreno. "El monumento ocupa una zona ligeramente elevada que probablemente fue un lugar pantanoso o estacionalmente húmedo de la llanura inundable del Támesis. En la base de los fosos hemos descubierto pequeñas concentraciones de huesos de animales, cerámica y sílex tallado, probablemente relacionadas con las actividades que se desarrollaron en el interior del recinto. Los hallazgos incluyen puntas de flecha de sílex finamente talladas, cuchillos y hojas dentadas, fragmentos decorados de cerámica e incluso una parte de un cráneo humano. Un foso también contenía un hacha de sílex finamente tallada", apunta el arqueólogo.
Los hallazgos incluyen puntas de flecha de sílex finamente talladas, cuchillos y hojas dentadas
Aparte del recinto neolítico, los arqueólogos han descubierto restos de actividad de época prehistórica, romana y posterior. Estos restos indican que, de forma periódica, los humanos se reunieron en el lugar, cultivaron el terreno y también se asentaron, desde finales del último periodo glacial, es decir, durante un periodo de 12.000 años.